Omar Chirinos
Emotiva fue la mañana
del martes 05/03/2013. Diversos colectivos sociales e individualidades
acudieron al acto-homenaje del cacique Sabino Romero que se llevo a cabo en La
plaza Bolívar de la ciudad de Maracaibo.
La fatídica noche del 03 de marzo
de 2013, quedara grabada en la mente de todos aquellos que luchan por un
cambio social, la sangre salpico el calendario nuevamente. Cayó Sabino Romero,
asesinado cruel e impunemente por los homicidas de la verdad, los verdugos del
derecho a la vida digna, los sicarios del silencio. Las balas empapadas de
poder y ambición lograron arrebatarle la existencia a un guerrero que se
enfrento con uñas y dientes, a la canallada del Estado y su séquito del horror.
La injusticia se viste con su
mejor traje, para desfilar por la alfombra de la hipocresía; Los medios que
ayer criminalizaban, perseguían y satanizaban al cacique caído, hoy exaltan su
obra y se mofan de la situación uniéndose al “duelo” que nos acongoja. Pero en las mentes de todos y todas quedaran, esas
grandes y coloridas <<primeras planas>> donde exponían una perversa
cacería contra el fallecido cacique. Por mucho que intenten encubrir el vil
asesinato y por ende, al perpetrador, jamás podrán callar las voces de un pueblo
que sufre y llora, pero que nunca baja la guardia.
El cacique yukpa Sabino Romero,
lo dio todo por defender sus tierras de las enormes y afiladas garras del
capitalismo, agotando hasta lo último de su aliento, cargando sobre su espalda
una pútrida persecución planteada por las autoridades nacionales, y respaldada
por un incesante circo mediático. La lista de yukpa asesinados crece en
desmedida (lista en la que se incluye al padre de Sabino Romero), su principal
causa “la demarcación del territorio” ha sido el motivo de muerte y dolor
generado por los terratenientes sedientos de poder.
Artistas de toda índole se juntaron para rendirle tributo a la obra de Sabino, las lágrimas eran inevitables, entre acordes de guitarras y lindos versos el llanto se escapaba y se escondía detrás de numerosos aplausos sinceros. La triste mirada de los que pedían justicia reflejaba un enorme vacío, pero a su vez; llenas de rabia y dispuestas a darlo todo por seguir el camino marcado por Sabino.
Sabino amigo… ¡Que la tierra te sea leve!
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